“El productor debe ser cuidadoso a la hora de realizar la zafra azucarera, para enviar materia prima de calidad a los ingenios”, dicen Juan Fernández de Ullivarri y Eduardo Romero -sección Agronomía de la Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc)-, en un informe referido a la importancia de tener un control sobre la cosecha para obtener más azúcar.
Desde hace años, en Tucumán se cosecha más del 90% de los cañaverales con cosechadoras mecánicas integrales y en verde -sin quema-. Esta tecnología disminuye costos de cosecha, permite planificar mejor la zafra y aporta al logro de una buena calidad de la materia prima por el hecho de procesar caña fresca. Además, resulta fundamental para el manejo sustentable de la caña, al estar asociada a la cosecha en verde, a la erradicación de la quema y al aprovechamiento agrícola y/o energético de los residuos de cosecha (RAC).
Pese a todas las ventajas económicas y operativas de esta tecnología resulta necesario hacer un control exhaustivo y continuo del funcionamiento de la cosecha mecánica para evitar pérdidas importantes de materia prima en el cañaveral y para minimizar la posibilidad de llevar cantidades excesivas de materia extraña (trash) al ingenio. Esto último es especialmente importante en el inicio de la zafra, cuando la caña se limpia con mayor dificultad debido a la humedad del follaje; y cuando la ejecución de un despuntado adecuado a la madurez del cañaveral resulta indispensable para optimizar la calidad sacarina de la materia prima.
Un control deficiente de la cosecha mecánica puede llevarnos a pérdidas de hasta un 10% a un 15%, cuando no debería superar un 4%. En cuanto al trash vegetal no convendría que supere un 8%; y un buen despuntado se debe hacer en entrenudos de un 13% de brix.
“Una cosecha deficiente podría dilapidar gran parte del esfuerzo que se hizo durante todo el ciclo de crecimiento de la caña, ya que durante el año el productor debió hacer control de malezas, aplicar fertilizante y controlar plagas y, sin embargo, cuando llega la cosechadora muy pocos productores realizan un control de pérdidas de cosecha o de calidad de materia prima”, indicaron los técnicos.
Indicaron que en cuanto al control de cosecha, lo más importante es tener información de cómo se está cosechando. “Ir al campo y marcar una serie de parcelas en los lotes recién cosechados, y recoger las pérdidas para cuantificarlas”, recomendaron. Y agregaron que también se pueden tomar muestras del camión cargado, del elevador o de la rastra de la cosechadora para medir el porcentaje de trash que se está llevando al ingenio y ver si esos valores son aceptables o no: “no deberían superar un 8%, aunque en situaciones de caña caída pueden superar fácilmente ese valor”. Una vez medido el nivel de trash se habla con el encargado del frente de cosecha para pedirle que haga las correcciones a fin de mejorar los problemas que pudimos ver en el campo. “Por ejemplo, si en el campo vemos que queda mucha caña expulsada por el extractor primario, podremos pedirle al operario de la máquina que disminuya las vueltas de este. Si notamos mucho trash en los camiones le pedimos que aumente la velocidad de los extractores, que baje la velocidad de avance o que modifique la altura de despuntado”, dijeron.
En la tabla siguiente se definen, a modo de guía, algunos valores de los parámetros más importantes tener en cuenta a la hora de hacer un control de la cosecha.